Causas de las persecuciones religiosas
Numerosos cristianos han sufrido persecuciones por parte de no cristianos e incluso de otros cristianos de creencias diversas o más o menos estrictas durante la historia del Cristianismo. Tal persecución admitía varios grados, desde el arresto sin garantías, la mengua de derechos públicos, el encarcelamiento, el azotamiento y la tortura, la ejecución, llamada martirio, pasando por el pago de un impuesto suplementario, la confiscación de sus bienes o incluso la destrucción de sus propiedades, su arte, sus libros y sus símbolos o la incitación a abjurar de sus principios y delatar a otros cristianos.Por los Judíos…
La razón más probable de la persecución fue, por parte de los cristianos, la evidente herejía que representaba la doctrina judía desde un punto de vista tradicionalmente cristiano, ya que entre otras cosas, la idea de un Dios-Hombre, chocaba de frente con su fuertemente arraigado monoteísmo (Esto se percibe claramente en la narración bíblica de los hechos de los primeros judíos).
Por los Romanos…
Al principio, los romanos consideraron el cristianismo como una nueva secta judía. Con base en diversos testimonios se afirma que durante la segunda mitad del siglo I, todo el siglo II y hasta el siglo IV, los cristianos fueron también perseguidos por autoridades del Imperio Romano, que consideraba a los cristianos, ya sea como judíos sediciosos (recordando que en el año 70 los judíos armaron una revuelta en Judea que originó la destrucción de Jerusalén y la deportación de los judíos de su territorio a manos romanas), o como rebeldes políticos. Consideraban la predicación de los judíos sobre el inminente regreso del Rey de los Judíos y el establecimiento de su reino, como sediciosa.
Aparte de las esporádicas persecuciones de Nerón y Domiciano, durante el siglo I los cristianos tuvieron que enfrentarse con mayor frecuencia con la animadversión de los escribas y fariseos, rectores del judaísmo, que con las autoridades romanas.
Puesto que el cristianismo era considerado ilegal en el imperio, los cristianos debían ocultarse. Sus reuniones serían entonces secretas y son famosas las catacumbas de la ciudad de Roma, donde se dice que los cristianos se reunían, aunque según los testimonios cristianos conservados, las catacumbas no eran el medio más utilizado para esconderse, ya que la mayor parte de las reuniones de culto, se haría secretamente en las mismas casas de los fieles. Para identificarse habrían utilizado símbolos que a ojos romanos no fueran evidentes, como el símbolo del Pez (Ichthys, o IXΘΥΣ en griego), acrónimo que significaba para ellos “Jesucristo, Hijo de Dios, Redentor”.
En la Edad Media…
La Inquisición fue un tribunal Eclesiástico (aunque mixto, es decir que figuraban representantes de la iglesia y el gobierno) establecido en la Edad Media para castigar los delitos contra la fe. Sus victimas eran las “brujas”, los Judíos, herejes, alquimistas, disidentes, homosexuales y cualquier persona no grata al clero. Los acusados eran brutalmente torturados y ejecutados. Y sus bienes requisados.
Causantes de las persecuciones
En el Antiguo testamento nos habla de persecuciones anteriores, como la de Jezabel y la de Aman (la de este ultimo jamás procedió).En el nuevo testamento las persecuciones por parte de los Judíos, y en adelante también la de los Romanos. Aunque estas no serian las únicas que sufrirían, debido a la intolerancia religiosa, no importa cual. Como el caso de la reina María Tudor.En el antiguo testamento…
El primer caso de persecución religiosa que la Biblia registra es el de la reina Jezabel, hija de Et-baal, rey de los Sidonios; esposa de Acab, rey de Israel en Samaria y madre de Joram. Jezabel inicio la primera persecución religiosa poniendo como base a los que se conocían profetas del Dios altísimo, de los cuales la Biblia registra que secreta mente, el mayordomo del rey Acab, Abdias tomo a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta, en cuevas y los sustento con pan y agua (1Reyes 18:4).Se conoce de esta mujer, que tenia como dios a Baal. Logro inducir al rey Acab a adorarlo también; construyendo imágenes de acera y templo para sus ídolos a pesar de que todo el pueblo en si tenia a Jehová como Dios sobre Israel (1Reyes 16:29-33). Esta mujer puede ser descrita como alguien manipuladora y sin escrúpulos, además vanidosa; relatos como el de Nabot, el cual poseía una viña, nos da entender eso por la manera en como ella planeo su muerte para que su esposo se quedara con la viña; consiguiendo testigos que dijesen falsa mente que el había cometido el pecado de “blasfemar” a Jehová; pecado que en aquel entonces significaba llevarlo a fuera de la ciudad y apedrearlo hasta morir (1 Reyes 21:5-16).
El profeta Elías fue el primero en revelarse de manera publica en contra de esta mujer, en el monte Carmelo, donde los profetas de Baal y los profetas de Jehová se reunieron para clamar cada cual a su dios; y, aquel que respondiese con fuego para incinerar un holocausto (ofrenda para un dios), este seria conocido como Dios verdadero. Del cual solo el Dios de Elías respondió, dando sentencia de muerte a los profetas de Baal, y para que no escapase ninguno, fueron atrapados y llevados a lo que se conoce como el arroyo de Cisón, y allí los degolló (bajo la ley de Ojo por Ojo), cuya respuesta de Jezabel fue la amenaza de muerte a Elías. El profeta huyó para salvar su vida a Horeb (con cuarenta días y noches de camino, luego de haber sido sustentado por un ángel solo con una torta cocida y una vasija de agua). Y, una vez en una cueva el mismo Dios, por revelación, le dijo que volviese, habiendo asegurado para si a 7.000 hombres que no se habían inclinado a Baal.
El final de esta mujer fue acompañado con la muerte de su esposo, el rey Acab y la de su hijo Joram, quien murió a manos de Jehú (uno de los ungidos del profeta Elías por mandato de Dios para ser el sucesor de Acab, 2Reyes 9:22-24). Tras esto ella fue arrojada por una ventana; su sangre salpico en la pared, y en los caballos. Y ya en el suelo Jehú la atropello (2Reyes 9:33).Una vez que Jehú se hizo de la casa de Acab, y comió y bebió dijo: “Id ahora a ver a aquella maldita, y sepultadla, pues es hija de rey”. Pero cuando fueron a sepultarla no hallaron más que la calavera y los pies, y las palmas de las manos. El final de la reina Jezabel fue haber sido comida por los perros, dando así cumplimiento a una profecía que Dios le había dicho a Elías: “los perros comerán a Jezabel en el muro de Jezreel (1Reyes 21:23)”.
El segundo caso fue un intento por iniciar un exterminio Judío. Historia que se relata en el libro de Ester. El rey Asuero, su esposo, conocido por ser implacable, impuso a un hombre de nombre Aman (hijo de Hamedata agagueo) para que lo honraran. Lo engrandeció de tal modo que lo puso sobre todos los príncipes que estaban con el, y mando a sus siervos que aguardaban en su puerta que se arrodillasen y se inclinasen frente a el todos los días; pero un hombre llamado Mardoqueo (Judío), ni se arrodillaba ni se humillaba (Ester 3:1-2). Cuando esto llego a oídos de Aman, se lleno de ira al ver que Mardoqueo no se humillaba ante el. Así que procuro destruir no solo a Mardoqueo si no también a todos los Judíos que se encontraban en el reino de Asuero, basándose en que talvez todos los de esa nación harían lo miso que el. Consiguiendo con engaños un edicto del rey con el cual condenaba a muerte a todos los Judíos; acción que no llego a llevarse a cabo gracias a la reina Ester, quien descubrió ante el rey su procedencia Judía, en un banquete organizado por ella. Esta noticia afecto a Asuero (pues ella era su reina). En su ira, dio fin a la vida de Aman asiendo que lo colgaran en la horca que el había hecho preparar para Mardoqueo (una horca de cincuenta codos de altura), y su casa fue regalada a la reina Ester. Lo más irónico de esta historia es que fue su mujer, Zeres y todos sus amigos quienes le sugirieron la horca para Mardoqueo.
Todo lo relatado sobre este hombre nos hace saber que se lleno de soberbia y grandeza llegando a un estado donde se creyó glorioso al tener la preferencia del rey (Ester 6:6). Se acostumbro tanto a la grandeza que no podía tolerar que nadie inferior a el no lo adorase, y vio en Mardoqueo un ejemplo de lo que creyó un pueblo rebelde que no le rendiría pleitesía aun por orden de un rey, debido a un fuerte sentido de lealtad a la ley de Dios (Éxodo 23:24).
Un caso más adelante nos cuenta algo parecido en el libro de Daniel, que fundamenta más la teoría de que una de las causas de la persecución religiosa es por el hecho del ser humano creerse “dios” entre los hombres. La historia cuenta que el rey de Babilonia (en aquel entonces un reino vasto, reconocido y conquistador), Nabucodonosor, mando construir una estatua de oro: con altura de sesenta codos y su anchura de seis codos. Fue levantada en el campo de Dura (provincia de Babilonia), e impuso por medio de un pregonero que todo el pueblo tenía que postrarse ante la estatua al escuchar el son de todo instrumento de música (Daniel 3:1-2). Acción a la que solo tres hombres no estuvieron de acuerdo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, varones Judíos a quienes la Biblia describe como siervos del “Dios altísimo”.teniendo que convalecer ante el rey (tras ser acusados maliciosa mente por unos Caldeos ante Nabucodonosor), no se retractaron de su postura a pesar de ser amenazados por el mismo rey de que serian arrojados al horno de fuego que había prometido a aquellos que no se decidían a adorar la estatua y servir a su dios pero estos se mantuvieron firmes (Daniel 3:16-17).
La ira de Nabucodonosor se encendió mandando a calentar el horno de fuego siete veces más de lo acostumbrado. Y Fueron echados dentro del horno ardiendo. Dice la Biblia, que los hombres que los arrojaron fueron muertos por el fuego pero que Sadrac, Mesac y Abed-nego, aunque cayeron dentro del horno seguían intactos a dentro, y que paseaban en medio del fuego (Daniel 3:19-24). Siendo testigo el mismísimo rey, quien además de a ellos vio tanbien a un cuarto hombre en medio del fuego; del cual declaro: “El aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses”.En resumen, se trataba de un ángel. Y más fue la sorpresa de que al salir, Ninguno de ellos ni estaba herido, ni un cabello de sus cabezas se había quemado y ni olor a humo tenían (Daniel 3:26-30). A partir de ese día, Nabucodonosor mando a hacer un edicto donde se castigaría a todo aquel que blasfemara en contra Dios, y engrandeció a estos tres varones.
A partir del Nuevo testamento…
La ejecución del discípulo Esteban fue seguida de una gran persecución de cristianos (Hechos 8:1-3), dirigida por un fariseo llamado Saulo de Tarso, enviando a muchos cristianos a prisión. Según el Nuevo Testamento, esta persecución continuó hasta que Saulo se convirtió al cristianismo (y cambió su nombre a Pablo), tras decir que había visto una luz brillante y oído la voz de Jesús en el camino hacia Damasco, donde estaba viajando para encarcelar a más cristianos (Hechos 9:1-22).
Hubieron diez grandes persecuciones romanas contra el Cristianismo, denominadas generalmente con el nombre de los emperadores que las decretaron: las de Nerón, Domiciano, Trajano, Marco Aurelio, Septimio Severo, Maximiano, Decio, Valeriano, Aureliano y Diocleciano.
La persecución de Nerón, 64-68
Una de las más famosas y quizá la más temprana es la originada por el emperador Nerón Claudio César Augusto Germánico (en latín: Nero Claudius Cæsar Augustus Germanicus). Nerón nació el 15 de diciembre de 37 con el nombre de Lucio Domicio Ahenobarbo en Antium, cerca de Roma. Era el único hijo de Cneo Domicio Ahenobarbo y Agripinila, hermana del emperador Calígula. Fue emperador del Imperio romano entre el 13 de octubre de 54 y el 9 de junio de 68, último emperador de la dinastía Julio-Claudia.Durante su reinado centró la mayor parte de su atención en la diplomacia y el comercio, e intentó aumentar el capital cultural del Imperio mediante la construcción de diversos teatros y la promoción de competiciones y pruebas atléticas. Diplomática y militarmente su reinado está caracterizado por el éxito contra el Imperio Parto, la represión de la revuelta de los británicos (60–61) y una mejora de las relaciones con Grecia. Por esta manera de dirigir era amado por la plebe (quienes eran los más beneficiados con su gobierno), pero odiado por el alto clero (estos eran los más perjudicados).
Su persecución iniciaría entorno a que Durante la noche del 19 de julio de 64, estalló en Roma un incendio que devastó la ciudad. El fuego se inició en el sureste del Circo Máximo, donde se localizaban unos puestos que vendían productos inflamables. El historiador Cornelio Tácito escribió a principios del siglo II que tras el incendio la población buscó un chivo expiatorio para desatar su ira y empezaron a circular rumores de que Nerón era el responsable. Para alejar de sí las culpas, Nerón acusó a los cristianos y ordenó que a algunos se los arrojara a los perros mientras que otros fueron quemados vivos y crucificados.
Tácito lo describe así:
«Sin embargo, ni por industria humana, ni por larguezas del emperador, ni por sacrificios a los dioses, se lograba alejar la mala fama de que el incendio había sido mandado. Así pues, con el fin de extirpar el rumor, Nerón se inventó unos culpables, y ejecutó con refinadísimos tormentos a los que, aborrecidos por sus infamias, llamaba el vulgo cristiano. El autor de este nombre, Cristo, fue mandado ejecutar con el último suplicio por el procurador Poncio Pilatos durante el Imperio de Tiberio y reprimida, por de pronto, la perniciosa superstición, irrumpió de nuevo no solo por Judea, origen de este mal, sino por la urbe misma, a donde confluye y se celebra cuanto de atroz y vergonzoso hay por dondequiera. Así pues, se empezó por detener a los que confesaban su fe; luego por las indicaciones que estos dieron, toda una ingente muchedumbre (multitudo ingens) quedaron convictos, no tanto del crimen de incendio, cuanto de odio al género humano. Su ejecución fue acompañada de escarnios, y así unos, cubiertos de pieles de animales, eran desgarrados por los dientes de los perros; otros, clavados en cruces eran quemados al caer el día a guisa de luminarias nocturnas. Para este espectáculo, Nerón había cedido sus propios jardines y celebró unos juegos en el circo, mezclado en atuendo de auriga entre la plebe o guiando él mismo su coche. De ahí que, aún castigando a culpables y merecedores de los últimos suplicios, se les tenía lástima, pues se tenía la impresión de que no se los eliminaba por motivo de pública utilidad, sino para satisfacer la crueldad de uno solo.»
Según Tácito, el fuego se extendió rápidamente y duró cinco días. Se destruyeron por completo cuatro de los catorce distritos de la ciudad y otros siete quedaron muy dañados. El único historiador que describe el incendio, de entre los que vivían en esa época, es Plinio el Viejo.
No está realmente claro cuál fue la causa del incendio, si fue un accidente o fue premeditado. Suetonio y Dion Casio defienden la teoría de que fue el propio Nerón quien lo causó con el objetivo de reconstruir la ciudad a su gusto. También se decía que mientras Roma ardía en llamas, Nerón, entonó, acompañado de la lira, un himno a la destrucción de Troya. Tácito menciona que los cristianos se declararon culpables del delito, aunque no se sabe si esta confesión fue inducida bajo tortura. Lo cierto es que los incendios accidentales fueron comunes en la Antigua Roma. Bajo los reinados de Vitelio (69) y de Tito Flavio Sabino Vespasiano(80), estallaron otros dos más.
Por cuanto se sabe hasta ahora, el primer texto que sugiere que Nerón asesinó a un apóstol es el escrito apócrifo del siglo II “Ascensión de Isaías”. Lo retrata como un matricida y un perseguidor de la fe cristiana. Tanto es así que uno de los doce apóstoles moriría en sus manos. Un obispo de nombre Eusebio de Cesarea (275 - 339) Afirmo además que las persecuciones del emperador llevaron al asesinato de Pedro y Pablo.
La persecución de Domiciano, 81-96
Otro emperador recordado por su crueldad con los cristianos fue Tito Flavio Domiciano, comúnmente conocido como Domiciano (Nacido en Roma el 24 de octubre del 51). Era el tercer hijo de Tito Flavio Vespasiano y Domitilla la Mayor. Sus hermanos eran Domitilla la Menor y Tito Flavio Sabino Vespasiano (nacido el mismo año que su hermana y conocido popularmente como Tito). Fue emperador del Imperio romano desde el 14 de octubre de 81 hasta su muerte el 18 de septiembre de 96. Fue el último emperador de la Dinastía Flavia, la cual reinó sobre el Imperio romano desde el año 69 hasta el año 96 y abarcó los reinados de su padre, Tito Flavio Vespasiano (69–79), de su hermano mayor Tito (79–81) y finalmente el suyo propio (81–96).Se le describe como un autócrata despiadado pero eficiente, cuyos programas pacíficos, culturales y económicos fueron precursores del próspero siglo II, en comparación con el turbulento crepúsculo del siglo I. Entre los numerosos cristianos martirizados durante esta persecución estaban Simeón, obispo de Jerusalén, que fue crucificado. Flavia, hija de un senador romano, fue asimismo desterrada al Ponto; y se dictó una ley diciendo: "Que ningún cristiano, una vez traído ante un tribunal, quede exento de castigo sin que renuncie a su religión". Domiciano creía firmemente en la religión romana tradicional; dirigió una intensa política con el objeto de resucitar las antiguas costumbres y restablecer la moral romana. A fin de justificar la divina posición de la Dinastía Flavia, enfatizó las ficticias conexiones con la deidad romana más importante, Júpiter. Las religiones extranjeras se toleraban en la medida que no interfirieran en el orden público y que pudieran ser asimiladas a la tradicional religión romana. Sin embargo, muchos eruditos defienden la teoría de que el Apocalipsis fue escrito durante el reinado de Domiciano como reacción a la intolerancia religiosa del emperador. Mientras que el emperador se hacía llamar "señor y dios Domiciano", el Apocalipsis responde "ego sum Alpha et Omega principium et finis dicit Dominus Deus" ("Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor Dios -Ap. 1, 8-), es decir, que hay un solo Señor.
La persecución de Trajano, 109-111
Marco Ulpio Trajano (en latín: Marcus Ulpius Traianus) conocido abreviadamente como Trajano (nació en Itálica, Santiponce, junto a la actual Sevilla, 18 de septiembre de 53 – pereció en Selinus, 9 de agosto de 117) fue un emperador romano que imperó desde el año 98 hasta su muerte. Fue el primer emperador de origen no itálico. Inició la tradicionalmente llamada dinastía Antonina o, según reciente propuesta, Dinastía Ulpio-Aelia.Durante su mandato, Plinio el Joven fue enviado a la provincia de Bitinia como gobernador (98-117). Allí encuentran a los cristianos, y escribe al emperador sobre ellos. El gobernador indicó que había ordenado la ejecución de varios cristianos. Sin embargo, no estaba seguro de qué hacer con aquellos que dijeron que ya no eran cristianos, y pidió a su consejo de Trajano. El emperador respondió que los cristianos no deben ser buscados y que las acusaciones anónimas deben ser rechazadas como una muestra "indigna de nuestra época", y si se retractan y "adoran a nuestros dioses", deben ser liberados. Los que persistan, sin embargo, deben ser castigados. Trajano gobernó como un emperador civil, pero con el mismo éxito que antes. Fue en esta época cuando mantuvo correspondencia con Plinio el Joven sobre el tema de cómo manejar a los cristianos del Ponto, diciéndole a Plinio que los dejara en paz a menos que practicaran abiertamente su religión. En materia judicial disminuyó los tiempos de los procesos, prohibió las acusaciones anónimas, así como las condenas con falta de pruebas sólidas o en presencia de cualquier duda.
La persecución de Marco Aurelio, 161-180
Bajo el imperio de Marco Aurelio la situación de los cristianos se mantuvo igual que en la época de Trajano. Eran legalmente más vulnerables que el resto de la plebe, pero las persecuciones se tornaron muy escasas. En el año 177 un grupo de cristianos fueron ejecutados en la ciudad francesa de Lyon, que fue precedida por la violencia colectiva, incluyendo asaltos, robos y lapidaciones (se debió principalmente a la iniciativa del gobernador local).
la condena de Marco Aurelio al cristianismo, tuvo repercusiones conocidas como la condena a muerte de Justino, que ocurrió durante esta época, provocó la aniquilación de la floreciente cristiandad de esta ciudad (según se dijo, por ateísmo e inmoralidad). Otros cristianos conocidos fueron torturados y martirizados en este momento, como Potino o Blandina.
La persecución de Septimio Severo, 202-210
Otro emperador bajo quien los cristianos sufrieron terriblemente fue Lucio Septimio Severo (nacido en Leptis Magna, África, 11 de abril de 146 – fallecido en Eboracum, Britania, 4 de febrero de 211) fue emperador del Imperio romano de 193 a 211, con el nombre oficial de Lucius Septimius Severus Pius Pertinax Augustus. Fue el primer emperador romano de origen norteafricano en alcanzar el trono, y el fundador de la “Dinastía de los Severos”.
El emperador Severo quizás no estaba personalmente en contra de los cristianos, pero la iglesia estaba ganando poder y la adhesión masiva de fieles condujo al sentimiento popular anti-cristiano. El reinado de Severo proporciona un interesante ejemplo de la persecución a la que fueron sometidos los cristianos durante el Imperio romano. Las autoridades romanas no buscaban intencionadamente a los cristianos, aunque cuando alguien era acusado de serlo, esta persona debía maldecir a Jesús y hacer una ofrenda a los dioses romanos o sería ejecutado.
Trato de fomentar la paz mediante la difusión de una armonía religiosa derivada del sincretismo, pero los cristianos no aceptaron al considerar esto como una conversión del Cristianismo al Judaísmo. Por su parte, los funcionarios hicieron uso de las disposiciones legales existentes para proceder con rigor contra los cristianos, a lo que el emperador no se opuso, y se inicio una persecución que tuvo lugar en Egipto y Tebaida, así como en Oriente. Cayeron numerosos mártires en Alejandría, y no menos crueles fueron las persecuciones que tuvieron lugar en África, cayeron un gran número de cristianos, que parecieron comenzar en 197/8.
La persecución floreció de nuevo en las provincias de Numidia y Mauritania en 211. Posteriormente fue en la Galia, especialmente en Lugdunum, donde los cristianos fueron perseguidos de manera más cruel. En el 202 Septimio promulgó una ley que prohibía la difusión del cristianismo y el judaísmo. Este fue el primer decreto universal prohibiendo la conversión al cristianismo. Leonidas, defensor del cristianismo, fue decapitado. Su hijo Orígenes fue perdonado porque su madre escondió su ropa. Una joven fue cruelmente torturada y luego quemada en una caldera de brea ardiente con su madre. Perpetua y Felicidad que fueron martirizadas durante este tiempo, al igual que muchos estudiantes de Orígenes de Alejandría.
Durante su reinado, Clemente de Alejandría dejó escrito: "Muchos mártires son quemados a diario, confinados o decapitados, ante nuestros ojos."
La persecución de Maximino, 235
Maximino el Tracio inició una persecución dirigida principalmente contra los jefes de la Iglesia en el año 235. Una de sus primeras víctimas fue Ponciano, que con Hipólito fue desterrado a la isla de la Cerdeña.La persecución de Decio, 250-251
Gaio Messio Quinto, “Traiano Decio “(Budalia, 201 - Abrito, 1 de julio de 251) fue emperador romano entre 249 y 251. En el último año de su reinado, fue co-gobernante con su hijo Herenio Etrusco hasta que ambos resultaron muertos en la batalla de Abrito. La persecución de los cristianos se extendió a todo el Imperio durante el reinado de Decio y marcó de forma duradera a la iglesia cristiana. Entre sus mártires se cuentan el papa San Fabián y Santa Águeda; el célebre Orígenes sufrió tales tormentos que murió después a consecuencia de ellos.
En enero de 250, Decio publicó un edicto por el que se requería que todos los ciudadanos hicieran un sacrificio para mayor gloria del emperador en la presencia de un oficial romano y así obtener un certificado (Libellus) que demostrara que lo habían hecho. En la mayoría de las iglesias, los apóstatas fueron aceptados de nuevo al seno de la iglesia, pero algunos grupos se les negó la entrada. Un siglo y medio más tarde, san Agustín discutió con un influyente grupo llamados “Donatistas”, que se separó de la Iglesia Católica porque éste abrazó a los que se habían acobardado.
Gregorio de Tours glosa las persecuciones en su Historia de los francos:
“Bajo el emperador Decio muchas persecuciones se levantaron contra el nombre de Cristo, y hubo tal masacre de los creyentes que no podían ser contados. Babillas, obispo de Antioquia, con sus tres pequeños hijos, Urban, Prilidan y Epolon, y Sixto, obispo de Roma, Lorenzo, un archidiácono, y Hipólito, se perfecciona por el martirio, ya que confesó el nombre del Señor. Valentiniano y Novaciano eran los jefes herejes más activos en contra de nuestra fe, animando al enemigo. En este momento, siete hombres fueron ordenados como obispos y enviados a los galos a predicar, como la historia del martirio del santo mártir Saturnino refiere. Porque dice: "En el consulado de Decio y Grato, como la memoria fiel, recuerda, la ciudad de Toulouse, recibió al santo Saturnino como su primer y más grande obispo". Estos obispos fueron enviados: Catianus obispo de Tours, Trófimo obispo de Arles, Pablo obispo de Narbona, Saturnino obispo de Tolosa, Dionisio obispo de París; Stremonius obispo de Clermont, Marcial obispo de Limoges”.
La persecución de Valeriano 256-259
Publio Licinio Valeriano (en latín Publius Licinius Valerianus; 200-260) fue emperador romano desde 253 hasta 260. Bajo el reinado de Valeriano, todos los clérigos cristianos fueron obligados a sacrificar a los dioses romanos. Es conocido por proclamar un edicto de persecución en el que prohibía el culto cristiano y las asambleas, confiscando los cementerios donde a menudo se reunían. Las motivaciones de Valeriano, alegadas por su ministro de finanzas Macriano, eran hasta entonces inéditas: intentó subsanar en parte el déficit estatal con los bienes de los cristianos. En el Edicto de agosto de 257, «prohibió el culto cristiano, obligando al clero a sacrificar a los dioses, bajo pena de destierro» (Actas de Cipriano). Y otro, un año más tarde (agosto de 258). Entre los ejecutados por Valeriano se encuentran: San Cipriano, obispo de Cartago, y Sixto II, obispo de Roma. Según una carta escrita por Dionisio durante este tiempo, "hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, doncellas y matronas, soldados y civiles, de toda edad y raza, algunos por la flagelación y el fuego, otros por la espada, han conquistado en la lucha y ganado sus coronas." La persecución terminó con la captura de Valeriano por Persia. Su hijo y sucesor Galieno, revocó los edictos de su padre.La persecución de Diocleciano, La gran persecución 303-313
Diocleciano (nombre completo, Cayo Aurelio Valerio Diocleciano Augusto, en latín: Gaius Aurelius Valerius Diocletianus Augustus) (24 de diciembre de 244– 3 de diciembre de 311), nacido con el nombre de Diocles, fue emperador de Roma desde el 20 de noviembre de 284 hasta el 1 de mayo de 305. Nacido en una familia iliriana de bajo estatus social. Fue aclamado emperador por el ejército.El 23 de febrero de 303 Diocleciano ordenó que la recién construida iglesia de Nicomedia fuera arrasada. Exigió que se quemaran sus escrituras y que se requisara todo lo de valor para el tesoro imperial. Al día siguiente Diocleciano promulgó su primer "Edicto contra los cristianos". En él, ordenó la destrucción de las escrituras cristianas y de sus lugares de culto a lo largo del Imperio, prohibiendo a los cristianos reunirse para celebrar los actos litúrgicos. Antes de acabar el mes de febrero, un incendio destruyó parte del palacio imperial y Galerio convenció a Diocleciano de que los culpables habían sido los cristianos, que habían conspirado junto con los eunucos de palacio. Se puso en marcha una investigación y se llevaron a cabo diversas ejecuciones, que se prolongaron al menos hasta el 24 de abril, fecha en la que fueron decapitadas seis personas entre las que se encontraba el obispo Antimo. Se produjo un segundo incendio dieciséis días después del primero.
La persecución de Diocleciano fue la más grave, pues este quiso reformar el imperio en todos los aspectos y una parte muy esencial de su política era reforzar el culto imperial (era conservador en cuestiones religiosas, un hombre fiel al tradicional panteón romano que entendía la necesidad de la purificación). Fue instigado a ella por los césares Maximiano y Galerio; hasta ciudades enteras cristianas fueron arrasadas. Fue tan larga esta persecución que fue llamada la Era de los mártires, y entre los más célebres se cuentan varios papas, San Sebastián, San Pancracio y Santa Inés.
La persecución de Juliano
Juliano el Apóstata, fue el último emperador pagano del Imperio Romano. Se crío en un momento en que el paganismo estaba en declive, en Roma. Al ser proclamado augusto en el año 361, Juliano de inmediato declaró su fe a los antiguos dioses romanos y empezó a provocar un renacimiento pagano. Sin embargo, fue asesinado en Persia en el año 363 y su intento de restaurar el paganismo finalmente fracasó.Juliano utilizó muchos métodos para romper sutilmente la Iglesia. Recordó a los obispos que habían sido desterrados por las enseñanzas heréticas, el clero fue despojado de su derecho a viajar por cuenta del Estado (como lo habían hecho anteriormente) y prohibió a los cristianos enseñar obras clásicas tales como La Ilíada o La Odisea. Juliano fue sustituido por el emperador cristiano Joviano.
En la Edad media…
La inquisición
El primer tribunal inquisidor se creo en Francia en el siglo XIII para perseguir a los herejes albigenses. En periodos y países diferentes se crearon tribunales inquisitoriales como los medievales, los españoles y los de la inquisición romana. La inquisición medieval tenía como función juzgar a los herejes, a los acusados de delitos, como el adulterio, la usura, el crimen, el concubinato, entre otros.En España, los reyes católicos Fernando de Aragón e Isabel, para lograr la unidad, no solo política, sino también religiosa, crearon la Inquisición en el 1481 para así someter a moros musulmanes, judíos y herejes cristianos.
Los juicios se realizaban en secreto, a los herejes no solo se les trataba como disidentes religiosos, sino como enemigos de la seguridad del Estado. Durante los 18 años que Torquemada (inquisidor español) ejerció el cargo de inquisidor hubo 50,000 “reconciliados” y 2,000 entregados al fuego. A pesar de los aportes a la ciencia y a la industria de los judíos, la Inquisición española dispuso su expulsión en el 1492, en 1499 privaron a los moros de su libertad religiosa, la mayoría de los cuales tuvieron que salir de España.
María Tudor, la reina sangrienta.
María I de Inglaterra, conocida como María Tudor (nació en Greenwich, Inglaterra, 18 de febrero de 1516 – falleció en Londres, Inglaterra, 17 de noviembre de 1558), fue reina de Inglaterra e Irlanda desde 1553, siendo la tercera mujer en acceder al trono inglés, después de Matilde de Inglaterra y de su sobrina segunda Juana Grey. Era hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón.Fue la cuarta monarca de la dinastía Tudor; recordada por abrogar las reformas religiosas introducidas por su padre, Enrique VIII, y por someter de nuevo a Inglaterra a la autoridad del Papa, el 30 de noviembre de 1554, con el apoyo del Cardenal Reginald Pole. En dicho proceso, condenó a casi 300 religiosos disidentes a morir en la hoguera en las Persecuciones Marianas, recibiendo por ello de la historiografía protestante el apodo de María la Sanguinaria (en inglés, Bloody Mary). El restablecimiento del catolicismo romano fue revertido por su sucesora y media hermana, Isabel I, hija del rey Enrique VIII (padre de ambas) y su segunda esposa, la dama de compañía de Catalina y después reina, Ana Bolena.
Sus persecuciones religiosas duraron casi cuatro años, en los que numerosos líderes protestantes fueron ejecutados, otros tuvieron que exiliarse y cerca de 800 permanecieron en el país, Las Biblias fueron removidas de las iglesias, los clérigos que se habían casado fueron separados de sus esposas; en fin, se hizo todo lo posible por sepultar cualquier vestigio de protestantismo en Inglaterra.
. Entre los ejecutados se encontraba John Rogers (4 de febrero de 1555); el arzobispo de Canterbury, Thomas Cranmer; Nicholas Ridley, obispo de Londres y el reformista Hugh Latimer. Aunque no existe unanimidad acerca del número de condenados, John Foxe calcula en su Libro de los mártires que 284 personas fueron ejecutadas por cuestiones de fe. Apareció de manera destacada y vilipendiada en dicho libro, publicado en 1562, cuyas siguientes ediciones gozaron de mucha popularidad entre los protestantes durante el siglo XIX.
Métodos de tortura utilizados contra los Mártires
La crucifixión consiste en fijar o clavar al reo en una cruz. Generalmente la víctima moría por inanición, aunque sufría las inclemencias del tiempo al encontrarse a la intemperie, además de estar expuesto a los escarnios del pueblo, que ocasionalmente podía apedrearlo. Este método de muerte fue muy utilizado en época romana y en principio era la pena para sancionar a ladrones reincidentes, violadores... Desde la crucifixión de Cristo comenzó a ser la pena para castigar a los cristianos, pero cayó en desuso al igual que caía el Imperio Romano. Esto se debió sin duda alguna, al triunfo del Cristianismo, comenzando a considerarse una herejía el uso de la crucifixión como método de muerte. Flavio Josefo relata que la práctica de crucificar criminales en posiciones distintas también era común entre los soldados (crucifixión del apóstol pedro).
La flagelación es un castigo consistente en azotar a una persona. Los concilios cristianos de Agde en el 506 y Mâcon en el 582 adoptaron la flagelación como castigo y posteriormente la aplicaron diversas reglas monásticas como penitencia. Este método se adaptó también como medio de tortura, utilizado para conseguir cualquier tipo de confesión. A veces, las heridas provocadas por los látigos y flagelos, eran tratadas con sal o vinagre, que por un lado servían para desinfectar y evitar que el reo muriera; y a la par, le proporcionaban un dolor tremendo que servía de doble castigo.
La hoguera es una de las torturas más antiguas, victimas de ella fueron los herejes y las brujas. Probable mente, la muerte más famosa es la de Juana de Arco por herejía. San Agustín (354-430), declaro que los herejes, paganos y Judíos se quemarían por siempre en el fuego eterno a menos que cumplan con las leyes de la Iglesia Católica. Como resultado de esta declaración se quemaron cientos de personas como un presagio de lo que estaba por venir. En Francia, Alemania y Escocia, los gastos de la cárcel y hoguera se cargaban a la propiedad de la victima o parientes. La ejecución se llevaba al poco tiempo de dictar sentencia, se contrataba al ejecutor de la justicia para que construyera el lugar de la ejecución y recogiera la madera de la hoguera.
Fálaris, conocido como el toro de Fálaris; fue utilizado durante la Inquisición (XVI al XVIII). Consistía en meter a los herejes dentro de una esfinge de bronce o hierro con forma de toro, quemándolos vivos. Esto divertía especialmente a los espectadores, ya que los alaridos de las víctimas se podían escuchar a través de la boca del toro, asemejándose a los mugidos de dicho animal.
Entre los instrumentos sencillos utilizados en pos de la "justicia y la verdad", la Inquisición aplicó el método de la cuerda a muchas de sus reos. Este método era sencillo pero muy doloroso, consistía en colocar a la víctima sobre una mesa o en el suelo, con unas cuerdas atadas a sus miembros o cualquier miembro sobresaliente del cuerpo humano y girar dichas cuerdas hasta tensarlas. La tensión de la cordada que provocaba el estiramiento de los miembros, daba lugar a la luxación de las articulaciones.
La tortura del agua (el Método de la toca). Fue muy utilizada por la Inquisición española de los siglos XV y XVI. Su nombre procede de uno de los elementos necesarios para esta tortura, la toca, que era una tela blanca de lino o seda con la que se hacían en aquella época las tocas o pañuelos que cubrían las cabezas de las mujeres. Conocido por usarse en la cristiandad, esta tortura consistía en mantener a la victima totalmente inmovilizada sobre una mesa de madera, le colocaban el trapo en la boca y le echaban agua, tragando el reo por reflejo y llegando el trapo, muy largo, casi al estomago. Entonces tiraban de el causando un terrible dolor; otra forma es colocarle en la garganta el trapo y verter el agua, produciéndole al infeliz la sensación de ahogamiento. Una variación incluía alimentar a la victima solamente con alimentos salados y agua sucia.
La sierra. Se coloca al reo en posición invertida, y así se asegura suficiente oxigenación al cerebro y se impide la perdida general de sangre, con lo que la victima no pierde el conocimiento hasta que la sierra alcanza el ombligo, e incluso el pecho, según relatos del siglo XIX. Este método de tortura esta mal atribuido al rey David, debido a una mala interpretación del libro “II de Samuel 12:31”. Los escritos Bíblicos no fundamentan esta tortura.
La lapidación, consistía en apedrear a alguien hasta morir (pocos o quizás nadie sobrevivían). Posible mente, la lapidación más famosa fue la del discípulo Esteban.
¿Quienes fueron de los mártires?
El viejo testamento
En el principio el libro de Génesis nos narra la historia del que puede considerarse fue el primer mártir de la fe. Abel, quien era un pastor de ovejas, fue atacado a muerte por su hermano Caín quien se desempeñaba como labrador (Génesis 4:1-10). La misma Biblia nos cuenta que Caín se ensaño con Abel al ser la ofrenda de este de mayor agrado para Jehová que la de el, y como resultado, su hermano fue la mira de sus celos. Poco se relata en la Biblia sobre este histórico personaje pero se destaca algo importante sobre el; el porque de su muerte. Dando a entender que si fue un “mártir”, cuya palabra proviene del griego “Mártir” y significa “testigo”.
El nuevo testamento
Luego de la partida de Jesús, la Biblia nos habla de Esteban, recordado como el primer mártir del Cristianismo (en el nuevo testamento), dice de este que fue uno de los siete Diáconos elegidos por los apóstoles para hacer también el trabajo que ellos hacían (sanar enfermos, dar testimonio del evangelio, hablar de la palabra, entre otras cosas), debido a que iban creciendo el numero de los discípulos y era mucho trabajo para solo doce (Hechos 6:1-3). Era un varón lleno de fe y del Espíritu Santo. También se escribe que “hacia grandes prodigios y señales ante el pueblo”. Esa fue una de las razones por las que los judíos querían deshacerse de el. La Biblia dice en Hechos 6:9-10:“Entonces se levantaron unos de las sinagoga llamada de los libertos, y de los de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de Asia, disputando con Esteban. Pero no podían resistir a la sabiduría y al espíritu con que hablaba. Entonces sobornaron a unos para que dijesen que les habían oído hablar palabras blasfemas contra moisés y contra Dios”.
El resultado fue la lapidación de Esteban ante el concilio judío. Siendo testigo Pablo de tarso, quien en aquel entonces estaba en contra de la iglesia.
Uno de los primeros mártires fue el apóstol Jacobo conocido en otros escritos como Santiago de Zebedeo (en arameo: Yaakov Bar-Zebdi; en hebreo: Jacob) también llamado Santiago el Mayor (Nació en Betsaida, Galilea, 5 A.c. y pereció en Jerusalén, Judea, en el año 44). Hijo de Zebedeo y, posiblemente, de Salomé. Era hermano de Juan el Apóstol. Su maestro Jesús les puso el sobrenombre de «boanergués», que significa «hijos del trueno» (Marcos 3:17). Fue uno de los primeros que recibieron la llamada de Jesucristo junto a su hermano.
Según una tradición medieval, tras el Pentecostés (hacia 33 d. C.), cuando los apóstoles son enviados a la predicación, Santiago habría cruzado el mar Mediterráneo y desembarcado para predicar el Evangelio en la Hispania (actuales España y Portugal). Una tercera versión postula su llegada a Cartago Nova (actual Cartagena, por el barrio de Santa Lucía), de donde partiría hacia el norte.
Fuera de los Evangelios, sólo aparece nombrado en los Hechos de los Apóstoles (Hechos 12: 2), cuando, tras una prédica, es martirizado en Jerusalén hacia el año 43, muerto a filo de espada por orden de Herodes Agripa I, rey de Judea.
Por aquel tiempo, el rey Herodes comenzó a perseguir a algunos de la iglesia. Ordenó matar a filo de espada a Santiago, el hermano de Juan; y como vio que esto había agradado a los judíos, hizo arrestar también a Pedro.
Hechos 12:1-3
Alrededor del año 813, en tiempos del Rey de Asturias Alfonso II el Casto, un ermitaño cristiano llamado Paio (Pelayo) le dijo al obispo gallego Teodomiro, de Iría Flavia (España), que había visto unas luces merodeando sobre un monte deshabitado. Hallaron una tumba donde se encontraba un cuerpo degollado con la cabeza bajo el brazo.
El apóstol Pedro (Nació en Betsaida, fines del siglo I a. C. - pereció en Roma, 29 de junio del 67), conocido también como Cefas o Simón Pedro; y cuyo nombre de nacimiento era Shimón bar Ioná.
De acuerdo con la narración evangélica, Pedro era un pescador judío de Galilea. Y Su lugar de nacimiento fue Betsaida (Juan 1:42-44), un pueblo junto al Lago de Genesaret, de cuya ubicación no hay certeza, aunque generalmente se busca en el extremo norte del lago. Ejercía el oficio de pescador junto a su hermano Andrés.
La tradición católica narra que Pedro acabó sus días en Roma, donde fue obispo, y que allí murió martirizado bajo el mandato de Nerón en el Circo de la colina vaticana, sepultado a poca distancia del lugar de su martirio y que a principios del siglo IV el emperador Constantino I el Grande mandó construir la gran basílica. Orígenes, en su Comentario al libro del Génesis III, citado por Eusebio de Cesarea, dice que Pedro pidió ser crucificado cabeza abajo por no considerarse digno de morir del mismo modo que Jesús. Lo mismo relata Jerónimo de Estridón en su obra “Vidas de hombres ilustres”.
El apóstol Andrés (griego: Ανδρέας, Andreas), fue el primer apóstol llamado por Jesús, el Protocletos, hermano de Simón Pedro. Una tradición muy antigua cuenta que el apóstol Andrés fue crucificado en Patrás, capital de la provincia de Acaya, en Grecia. Que lo amarraron a una cruz en forma de X y que allí estuvo padeciendo durante tres días, los cuales aprovechó para predicar e instruir en la religión a todos los que se le acercaban.
El apóstol Felipe Nació en Betsaida (Galilea) (Juan 1:44), junto al Lago de Genesaret y murió en Hierápolis (Turquía) o Cesarea de Filipo. Habría partido a evangelizar las regiones de Asia Menor y habría sido lapidado y luego crucificado por los romanos en Hierápolis, en Frigia. La actual Pamukkale es un sitio turístico conocido en especial por sus aguas termales, sus rocas sedimentarias y su piedra calcárea blanca, de donde surge el nombre de la ciudad, que significa en turco "castillo de algodón".
Bartolomé fue uno de los Apóstoles de Jesús. Su nombre (en griego Βαρθολομαίος) procede del patronímico arameo bar-Tôlmay, "hijo de Tôlmay" o "hijo de Ptolomeo". Es mencionado en los tres evangelios sinópticos, siempre en compañía de Felipe. También se le ha identificado con el nombre de Nathanael, que también es relacionado con Felipe.
Según una tradición recogida por Eusebio de Cesarea, Bartolomé marchó a predicar el evangelio a la India, donde dejó una copia del Evangelio de Mateo en arameo. La tradición armenia le atribuye también la predicación del cristianismo en el país caucásico, junto a Judas Tadeo. Su martirio y muerte se atribuyen a Astiages, rey de Armenia y hermano del rey Polimio, a quien Bartolomé había convertido al cristianismo. Como los sacerdotes de los templos paganos, que se estaban quedando sin seguidores, protestaran ante Astiages de la labor evangelizadora de Bartolomé, Astiages mandó llamarlo y le ordenó que adorara a sus ídolos, tal como él había hecho con su hermano. Ante la negativa de Bartolomé, el rey ordenó que fuera desollado vivo en su presencia hasta que renunciase a su Dios o muriese.
Tomás, llamado también Judas Tomás Dídimo, fue uno de los doce. Tomás significa "gemelo" en arameo, y Dídimo tiene el mismo significado en griego. Según la tradición, Tomás sufrió martirio en la India el 3 de julio del año 72.
Judas Tadeo Se le menciona en los Evangelios como «hermano de Jesús». También se lo llama simplemente «Tadeo», El nombre «Judas» es una palabra hebrea que significa alabanzas sean dadas a Dios. «Tadeo», término proveniente del idioma arameo, significa el valiente, hombre de pecho robusto. También se le llamó «Lebbeo», que significa hombre de corazón tierno.
Según la tradición católica, a Simón el Cananeo, lo martirizaron aserrándolo por medio, y a Judas Tadeo le habrían aplastado la cabeza con una maza y se la habrían seccionado con un hacha o un shamsir (un arma de origen persa). Al conocer la noticia de la muerte de estos apóstoles, el rey Acab de Babilonia habría invadido el lugar con sus soldados, recogido los cuerpos de Judas Tadeo y Simón el Cananeo, y llevado los mismos a la ciudad de Babilonia. Cuando los mahometanos invadieron Babilonia, los restos habrían sido sacados secretamente y llevados a Roma.
Tomas cranmer, un mártir de la persecución Tudor, había firmado una retractación y estaba supuesto a declarar públicamente su regreso al catolicismo. Pero en vez de hacer eso, se retractó de su retractación con estas palabras: “¡Hay un escrito contrario a la verdad que ha sido publicado, y que ahora repudio porque fue escrito por mi mano contra la verdad que mi corazón conocía! [...] Y puesto que fue mi mano la que ofendió, al escribir contra mi corazón, mi mano será castigada primero. Cuando esté yo en la pira, será ella la que primero arderá.” Y así lo hizo; dejó la mano en el fuego hasta que se carbonizó. Ese acto de valor hizo que las personas olvidaran sus antiguas flaquezas, y Cranmer fue considerado como un héroe nacional.
En la actualidad
En cuanto al número de cristianos muertos anualmente por su fe, según una declaración hecha pública en junio de 2011 por Massimo Introvigne, representante de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para la lucha contra la intolerancia y la discriminación contra los cristianos, se trataría de 105.000 muertos al año.
Bibliografía
Biblia Reina Valera, versión 1960
www.wikipedia.com.org
Libro de sociales “Historia de las civilizaciones y geografía mundial” 2004-2008, por Juan Colon.
Revista Despertad! 2001 y el corresponsal en Gran Bretaña
http://www.portalplanetasedna.com.ar/torturas.htm http://www.scribd.com/doc/2665179/Torturas-de-la-Inquisicion-
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