lunes, 14 de octubre de 2013

La esclavitud



La esclavitud no es algo nuevo, ni siquiera en este siglo a dejado de verse; en vez de acabarse mejor se modifica, abecés de manera tan sigilosa que ni siquiera te das cuenta de que eres esclavo, otras veces es como si lo llevaras escrito en la frente (todos lo saben menos tú). Así (como esclava) me he sentido en buena parte de mi vida. Cuando no me siento esclava de mi familia lo siento con el pecado que por obvias razones no me dejara en paz, aunque ¡Somos nosotros que deberíamos darle la pelea! Por eso te exhorto a que cuando ésa voz en tu interior te dice que algo no es correcto, ¡No accedas ni por curiosidad! No… no lo hagas… piensa en otra cosa. Enfócate en música, un libro, una frase… lo que sea, pero no te permitas caer.
Volviendo a lo de la esclavitud, es algo que no te deja sentirte libre. La definición que muchos tienen de libertad (por el contrario), es uno poder hacer todo lo que le gusta sin impedimentos. Tener permiso siempre. Actuar como lo que uno es y muchos se sienten esclavos al no tener los derechos ya mencionados, pero, de vez en cuando es bueno que los padres te den un “no” por respuesta. Amenos que quieras ser un Rebelde Sin Causa (RSC). Otros, somos esclavos de la rutina, es decir, hacer lo mismo todos los días y mas si uno es joven, de tener responsabilidades de adúlto cuando uno a un es libre, literalmente, de tantos compromisos, sin responsabilidades propias (sin tener ningún compromiso de ninguna clase). ¿Sabes lo horrible que es sentirse así? Viviendo una vida planteándote preguntas como ¿Por qué debo estar aquí? ¿Hasta cuándo viviré esto? ¿Será que es una prueba que debo pasar? Entre otras cosas. “Se supone que al uno ser cristiano debería sentirse libre”, y ahora pienso que las oportunidades para ser esclavo nunca dejaran de presentarse (Romanos 6:16). La esclavitud tiene muchos disfraces: Trabajo, responsabilidad, deuda, estudio (en exceso), etc. Hay muchas maneras y no me las conozco todas; pero, con las que sé te puedo decir que Dios no quiere que yo sea esclavo ni esclava. Él quiere que con él yo sea libre. Tal vez lo somos y no nos damos cuenta por que solo nos enfocamos en las cosas malas que nos pasan, eso debería llamarse “ser esclavo de la maldad”. Mejor es saber que una vez que eres cristiano eres libre siendo esclavo (eres libre del pecado que pierde la autoridad sobre ti, y eres esclavo de cristo quien con amor te recluto para que fueras no solo hijo y hermano, sino también soldado).

“Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de la esclavitud”   (Gálatas 5:1)

La única manera de sentirnos libres es buscando enserio de la ayuda de Dios. Algunos creyentes ya muertos o ya bien hechos en el camino de la vida (ancianos) han descubierto formas de hacerse libres mientras llevan una rutina; uno dijo: “Todo lo que hagan, háganlo como quien lo hace para Dios”. Era una manera de hacerse la tarea agradable, por que si amas a Dios, al hacer las tareas para él te sabía a gloria, le dices que lo amas con acciones y no tan solo con palabras vacías. Yo también opino que “si Dios esta en las personas, hacer las cosas como si se estuviesen asiendo directamente para él”. Todo depende de lo que te haga activarte. El punto es que las ataduras y la amargura de la esclavitud no son una opción (Gálatas 4:29-31). En la realidad de Cristo muchos podemos ser libres de lo que nos sujeta con tan solo pedírselo, pero abecés hay que ser insistentes, por que de ésa manera Dios te prueba que tan fuerte es tu deseo de querer ser libre. ¿Qué tanto lo deseas?.. ¿Estas dispuesto a ponerte de rodillas cuantas veces sean necesarios?.. ¿Te rendirás si las cosas no suceden en el transcurso de tiempo que deseas?.. Con desear ser libre no es suficiente, debo actuar y pedir.
Sé de lo que te hablo. Ser esclavo te deprime. Caes en una rutina de nunca acabar. Te sientes con una responsabilidad increíble y, esa responsabilidad, se convierte en peso, se te van las ganas de vivir y de llevar el día. Todo lo sientes pesado. No se tu, pero así me siento yo y por ello reconozco a la infernal rutina como uno de mis esclavizadores (a mi me gusta la idea de la espontaneidad). Puedes caer en un estado tan pesado que puedes perder la razón de tu vida, por eso has lo posible por ser libre, no porque seas muy joven o muy chico, si no para que no pierdas tu propósito espiritual. No desaproveches las oportunidades que se te presenten para cambiar de vida, pero también es bueno preguntar a Dios para conocer su opinión.

Tampoco te esclavices a un ser humano. Tampoco del ser humano debemos esclavizarnos (aunque que este tipo de esclavitud es la mas famosa), pero si tienes claro que la responsabilidad que es con Dios, es primero que todo, se rompe cualquier compromiso o rutina. Con Dios no hay alguien mas en primer lugar, aunque deseo recalcar que hay diferencia entre ser esclavo y el que uno cumpla con su deber, es decir, que se sea responsable de manera moderada. (Gálatas 3:28, 4:1-9).

“Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció.”
(2Pedro 2:19)

“Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres.”
(1Corintios 7:23)

“Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.”        
(1Corintios 12:13)









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